Encontré en el cuento una vía para expresar mis fantasías, mis sueños y mis inquietudes. El cuento nos da la posibilidad de vivir, compartir, describir, sufrir y disfrutar situaciones que la vida real no nos otorga.

Iré guardando en los en los anaqueles de este almacén, aquellos cuentos que llegaron a mis manos a través de un libro, o por sugerencia de algún lector amigo y que por una u otra razón me conmovieron

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jueves, 2 de agosto de 2012

LOS TÚNELES DEL KRAUSE

Cuento de Fernando Murano con prólogo de Pepe Vassallo.

 








PRÓLOGO

                 Pasaron más de 25 años y evidentemente hay cosas que no se olvidan, a veces olvidamos algunos acontecimientos importantes y muchos más recientes,  pero vaya  a saber por qué extraño mecanismo de la mente,  aquellos  mucho más antiguos permanecen intactos en el recuerdo.
                Teniendo en cuenta que no hay verdades absolutas y que la afirmación anterior podría no ser cierta para todos los casos, es que el autor decide plasmar en este fantástico relato aquellas vivencias que durante un tiempo nos hicieron felices y que seguramente por eso no podemos ni queremos olvidar, porque de eso trata la vida de tratar de hilar pequeños momentos de felicidad uno tras otro.
                Creo que estos acontecimientos marcaron para siempre nuestra vida, de hecho los seguimos recordando con la misma pasión y nos seguimos abrazando a ellos, casi como si el tiempo se hubiera detenido en aquellos bellos años.
                Si bien no existe un concepto que defina la palabra felicidad, creo que para la gran mayoría de nosotros se pareció mucho a lo que vivimos por aquellos días, por eso rescato el enorme valor de este relato, que seguramente no es exacto, pero pinta con gran honestidad intelectual  la esencia de aquel momento. 
                 Espero sepan ustedes disimular algunos errores, en nombres, fechas, acontecimientos simultáneos , cambios de personajes, omisiones piadosas y omisiones inevitables debidas entre otras cosas al inexorable paso del tiempo y también a la avanzada edad del autor y su colaborador.

 “Pepe” Vassallo
                  
 INTRODUCCIÓN.
Casi sobre el final, cuando el partido transita pegajoso e indefectible hacia un cero a cero soporífero, el Pulpo se filtra entre los dos marcadores centrales con más de oportunismo que de agilidad, se ubica a sólo un metro del arco, ligeramente más cerca del primer palo, casi a la par del arquero que espera con las piernas abiertas y las manos levantadas que el Gallego Gómez, que juega de ocho pero que está en posición de win, tire el centro. El Gallego pisa la línea imaginaria del área y saca un violento tiro que pretende colarse junto al palo. De no ser por los reflejos eléctricos del arquero, que interpone la mano derecha en la trayectoria, hubiese sido un golazo.  Para desgracia del flaco desgarbado que ataja, la pelota sale como imantada hacía nuestro centro delantero estrella, que con un gran gesto técnico se la lleva por delante, golpeándola a la altura del muslo derecho, casi como haciéndole un homenaje al partido, y la pelota se eleva describiendo una trayectoria en forma de espiral y rebota contra el travesaño. El flaco, que parece no estar en su día de suerte, vuelve hacia el centro desesperado y golpea la pelota involuntariamente con la cara mandándola hacia dentro del arco. Un gol tipo, una perfecta sinopsis de la historia goleadora de nuestro ilustre centro delantero, Fabricio “el Pulpo” Lupi.  

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