Encontré en el cuento una vía para expresar mis fantasías, mis sueños y mis inquietudes. El cuento nos da la posibilidad de vivir, compartir, describir, sufrir y disfrutar situaciones que la vida real no nos otorga.

Iré guardando en los en los anaqueles de este almacén, aquellos cuentos que llegaron a mis manos a través de un libro, o por sugerencia de algún lector amigo y que por una u otra razón me conmovieron

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domingo, 17 de diciembre de 2023

ÉPICA

 








Quedaba resquicio para sufrir.

Estábamos equivocadamente endulzados por esos 100 minutos impecables contra Croacia y esos 80 minutos de baile (Sí, ahora podés disfrutarlo sin tapujos: BAI… LE) a Francia.

Pero…

Siempre hay un pero…

Nunca la Argentina será un país en el que las cosas fluyan hacia el éxito.

Yo creo que inventamos el dulce de leche para remar en él.

Repasemos rápidamente:

Minuto 80’ penal para Francia. Mbappé cruzado, roce en los dedos de Dibu, desvío pero adentro igual.

Minuto 83’ pérdida de Messi. Contragolpe, globito/asistencia a Mbappé, chachetazo como viene de volea, nuevo roce en los dedos de Dibu, mismo final: adentro.

Minuto 108’ Gol de Messi, pero el línea levanta la bandera. ¡Tuvimos que sufrir hasta para festejar!

Minuto 118’ Sólo había que aguantar un par de embates más y listo. Volvemos al dulce de leche: mano de Montiel, penal y nuevamente ese animal del gol llamado Mbappé nos escupe el asado.

Minuto 120’ Sólo el hombre que hizo de su cuerpo la X más grande del mundo pudo contener el remate que dejaba a esta selección y, principalmente a Messi, con las manos vacías. Le tachó la doble a Francia.

Definición por penales.
Tercer penal consecutivo convertido por el francés que bien podría haber sido el Freddy Krueger de los argentinos por los próximos 4 años.

Hasta aquí, señores, el sufrimiento.

Show Time de Dibu (qué más decir).

Penales pateados con maestría por Messi, Paredes y Dybala.

Un esfuerzo más, por favor….

La hora de la resurrección de Montiel: carrera corta, mirada a la derecha, pelota a la izquierda, gol, afuera camiseta, llanto de felicidad y deshago eterno.

Señores, qué quieren que les diga, este equipo le ganó al destino. Lo reescribió. Le torció el brazo. Lo cagó a palos.

¡La final más ÉPICA de la historia de los mundiales la ganamos nosotros!

No podía ser de otra manera, en ningún otro país del mundo se consigue la resiliencia argentina.

Quedará ponerle música al tango que acaba de escribir la Selección Argentina de Fútbol.

¡Argentina Campeón Mundial!

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