Autor invitado: Alejandro Pérez
En casa de los Martínez, desde que se acabaron las horas extras, la madre recosía la ropa de todos y cocinaba con poca carne y pescados baratos. Carlos, el hijo mayor, era becario de Filología Inglesa en Oxford. Salvador, el pequeño, hacía el bachillerato; sin pretenderlo, fue enterándose de lo que pasaba a su alrededor.
Los padres, antes de los veranos y las navidades, aprovechando cualquier oferta del súper, compraban un jamón: el más pequeño del lote, sin marchamo ni etiqueta, para que costara poco. Lo colgaban en la viga más alta del sótano, y a esperar.